Manipulación publicidad niños

La manipulación en la publicidad de alimentos para niños

¿Manipulan con la publicidad de los alimentos a nuestro niños? ¿Influye esta publicidad en su consumo? Son preguntas, que a buen seguro nos hemos realizado en más de una ocasión.

Sin duda, es un hecho que preocupa socialmente. De hecho, el Ministerio de Consumo anunció el pasado mes de octubre su intención de prohibir la publicidad de alimentos poco saludables para los niños (chocolates, galletas, cereales, bollería industrial o comida rápida).

Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), 9 de cada 10 anuncios de alimentos dirigidos a niños que se emiten en canales de televisión son de productos no saludables.

Análisis de la situación actual

Según la OMS en 1975 un 4% de los niños y adolescentes, entre 5 y 19 años, tenía sobrepeso y obesidad.

En 2016, el porcentaje había subido al 18%, cuatro veces y medio más.

En 2020, la daos cuantificaban 39 millones de niños menores con sobrepeso y obesidad  en el mundo.

Tan grave es la situación, que la OMS, ha organizado una Comisión específica para abordar esta situación.

En España la situación es aún más muy preocupante, 4 de cada 10 niños tienen exceso de peso. Un 23,3% tiene sobrepeso y un 17,3% obesidad. Sumando ambos porcentajes la población afectada es del 40,6%, tal y como se recoge en los últimos datos publicados por el estudio Aladino sobre “Alimentación, Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad en España”.

¿Qué dice la ciencia sobre esto?

Son muchos los estudios que han abordado científicamente esta cuestión. Citaremos algunos de ellos.

En 2017, en Nueva Zelanda, un estudio con una muestra de 168 niños analizó la exposición a los anuncios publicitarios sobre alimentación. A cada niño se le colocó una cámara que tomaba imagen sobre lo que estos veían cada 7 segundos.

Los científicos comprobaron que los niños estaban expuestos a 27,3 anuncios al día de alimentos que no eran básicos, mientras sólo observaban 12,3 anuncios de comida que si eran saludables.

Concluyeron que los niños estaban expuesto a más del doble a anuncios de alimentos no saludables, que a alimentos que si eran óptimos para su desarrollo.

En 2019, científicos australianos realizaron otro estudio. En este caso, analizaron cuanto tiempo veían la televisión al día, y que apego tenían sobre las marcas mas importantes de alimentos y bebidas que se anunciaban en ese medio. La muestra en este estudio fue de 282 niños con edades comprendidas entre los 8 y 12 años.

Después de preguntarles por el tiempo de visualización al día, que resultó ser alto, se les preguntó sobre sus marcas de alimentos y bebidas favoritos.

Indistintamente del canal de televisión que viesen, en su mayoría se decantaran por marcas conocidas. En concreto, las dos marcas favoritas que señalaron fue la marca de una reconocida marca chocolates del país y McDonald. En las bebidas, señalaron Fanta como su favorita.

Se les realizó una pregunta más para averiguar el grado de apego a dichas marcas comerciales. ¿Qué preferían llevar una camiseta sin publicidad o con publicidad de su marca favorita? La gran mayoría prefirió llevar una camiseta con marca publicitaria, demostrando el fuerte impacto de dichas marcas en los niños.

También en nuestro país se han realizado estudios al respecto , concretamente,  la Escuela Nutricional de Salud del Instituto de Salud Carlos III, publicó en 2019 un estudio para averiguar el impacto de este tipo de anuncios entre los menores.

En ese estudio constataron que el 58% de los alimentos anunciados en los medios de comunicación eran alimentos poco saludables.

La ciencia viene a corroborar lo que es una evidencia para muchos de nosotros, nuestros niños y adolescentes se ven sometidos a un bombardeo sistemático de publicidad sobre alimentos que no son sanos, que les están influyendo decididamente a la hora de elegir los alimentos de los que se nutren, perjudicando claramente su salud de cara al futuro.

¿Qué medidas ha tomado España al respecto?

En España existe desde el 2005 el Código PAOS, un código de corregulación “que establece un conjunto de reglas éticas que guían a las compañías en el desarrollo, ejecución, y difusión de sus mensajes de publicidad de alimentos y bebidas dirigidos a menores para evitar una excesiva presión publicitaria sobre ellos”.

Este mismo Cogido se reforzó en 2009, mediante un acuerdo de colaboración con los operadores televisivos, que se comprometieron a que los anuncios que se emitiesen en sus canales respetasen las normas que se recogían en el código.

La realidad es que 17 años después esa autoregulación del sector audiovisual ha quedado en papel mojado.

Urge, por tanto, que nos tomemos este asunto mucho más en serio, de lo que estamos haciéndolo ahora. De nada sirve regular si posteriormente no se respeta lo acordado.

A pesar de esas medidas las cifras constatan que los niveles de sobrepeso y obesidad no dejan de crecer en España.

La postura de la OMS ante este problema real

La Organización Mundial de la Salud ha realizado tres recomendaciones básicas para prevenir la obesidad. Estas son:

  1. Promover el consumo de alimentos saludables.
  2. Controlar el peso.
  3. Fomentar la actividad física.

La OMS se ha pronunciado muy nítidamente por “aplicar el conjunto de recomendaciones sobre la promoción de alimentos y bebidas no alcohólicas dirigidas a niños, con objeto de reducir la exposición de los niños y los adolescentes a la promoción e influencia de los alimentos malsanos”.

“La obesidad infantil, continúa la OMS, socava el bienestar físico, social y psicológico de los niños y es un conocido factor de riesgo para la obesidad y las enfermedades no transmisibles en la edad adulta. Es imperativo actuar ahora para mejorar la salud de esta generación y la siguiente”.

Las empresas alimentarias

A pesar de algunos esfuerzos, el interés económico prima sobre cualquier otro interés.

Nestlé la mayor empresa alimentaria del mundo reconocía en un documento interno que salió hace poco a la luz pública que el 63% de sus productos no eran saludables, y lo que es peor, es que no lo serían nunca por mucho que estos productos se renueven o se les cambie la cara.

El papel de los padres

El papel de los padres debe jugar un papel fundamental, por tres razones primordiales:

  1. Los niños no suelen tener recursos económicos propios para la compra de alimentos, dependiendo  de sus progenitores o familiares para comprarlos o consumirlos.
  2. Los niños al comprar un producto, no suelen valorar si es saludable o no.
  3. Es más difícil modificar la conducta de los niños que la de los adultos.

A modo de conclusión

El futuro de los niños y adolescente esta en juego. Los gobiernos deben ser conscientes que es el momento de tomar decisiones y no ver como las cifras de sobrepeso y obesidad suben cada año a nivel mundial.

Es necesario la implicación del ámbito familiar, complementándola con una formación en los centros escolares que les facilite una información clara.

Recordemos que padecer obesidad es una enfermedad crónica. Que predispone para otras enfermedades como la diabetes de tipo II, la hipertensión o el colesterol.

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